Cala San Carlos

Cala San Carlos, el secreto mejor guardado de Menorca

Ubicada en la costa norte de Menorca, cerca de la urbanización de Arenal d’en Castell, Cala San Carlos (o Cala Sant Carles, en menorquín) es una pequeña cala de aguas tranquilas y cristalinas, rodeada de un entorno natural aún bastante virgen. Aunque no es tan conocida como otras playas de la isla, su atmósfera tranquila la convierte en un refugio ideal para quienes buscan alejarse de las multitudes.

La cala se caracteriza por su forma recogida, con un acceso relativamente fácil a pie y una mezcla de arena clara y zonas rocosas. Sus aguas, de un azul turquesa intenso, permiten una excelente visibilidad, lo que la hace perfecta para practicar esnórquel y nadar con total calma. El paisaje que la rodea es típico menorquín: pinos, arbustos mediterráneos y acantilados bajos que enmarcan la cala de forma pintoresca.

Cala San Carlos no cuenta con servicios turísticos como chiringuitos, hamacas o duchas, por lo que es recomendable llevar todo lo necesario para pasar el día. Este aspecto contribuye a preservar su encanto natural y su ambiente relajado, alejado del bullicio de otras playas más concurridas.