Illa de l’Aire

Una pesadilla para los navegantes

La isla del Aire se encuentra al SE de la isla de Menorca, es un pequeño islote deshabitado que, sin embargo, alberga mucha vida. En ella podemos encontrar como residentes habituales a las especies de aves más características de las Baleares, y también es lugar de paso de numerosas aves migratorias.

En esta isla de entorno salvaje, se encuentra la mayor población de lagartija balear de toda la isla (una especie de lagartija negra que, fuera de su hábitat se torna verde) y una abundante vegetación que se caracteriza por su resistencia al viento y la sal. Se trata de un lugar de alto valor biológico, que debe su nombre a los vientos (que azotan sin piedad sus costas).

Destaca en ella el famoso faro construido a mediados del siglo XIX y que ostenta el título de ser el más alto de Menorca (y, hasta hace no mucho, el mayor de todas las Baleares). Es visible desde gran parte de la costa Sur de la isla y, en especial, desde Punta Prima.

La historia que se esconde tras el faro

Antes de que el faro de Isla del Aire fuese construido, el islote, que apenas sobresalía por encima del nivel del mar, era la peor pesadilla de los marineros que surcaban sus aguas. Al más puro estilo del Titanic, eran muchos los que, sin ser conscientes de su presencia, acababan encallando sus embarcaciones contra el terreno.

La construcción de este faro quiso poner fin al problema y evitar así más disgustos entre los pobres navegantes que no ganaban para tanto barco.